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Entre las conductas académicas éticamente inaceptables que tienen que ver con los actuares y deberes de las comunidades que integran una institución educativa, tales como los estudiantes, los profesores, los investigadores, el personal administrativo y todos aquellos que tengan relación con ella, vamos a destacar tres: la violación de códigos y normas establecidos por la institución; la fabricación y/o falsificación de datos; y el plagio.

Este último tema es de suma importancia en el ámbito académico, aunque también sucede en el jurídico, el político, el periodístico, entre otros.

 

Violación de códigos y normas

Los códigos y normas establecidas por una institución se crean para fomentar entre sus miembros una buena estancia y relaciones de colaboración y progreso. El violarlas no solo implica el incumplimiento de lo en ellas establecido y, por ende, el desacato y la falta de compromiso con la institución, sino también la causa de graves consecuencias contractuales, legales y morales que afectarán el desempeño de las personas y de la institución misma.

Por lo general, las violaciones cometidas a los códigos y normas académicas establecidas por las instituciones educativas, dependiendo de la gravedad del daño, son sancionables según lo previsto en sus reglamentos internos, excepto los casos de violaciones de ley de gravedad.

En el caso de la UNAM, existen disposiciones disciplinarias y sancionarias que pueden contrarrestar el daño causado por el incumplimiento de las normas y códigos por parte de los miembros que la conforman.

El Estatuto General de la UNAM, en su título sexto “De las responsabilidades y sanciones”, Artículos 90 a 101, especifican dichas disposiciones (http://www.abogadogeneral.unam.mx:6060/legislacion/view/1).

 

Fabricación y/o Falsificación de datos

La fabricación y/o falsificación de datos consiste en inventar, alterar, tergiversar o distorsionar cualquier dato, información, palabra, frase, cita o elemento audiovisual en el trabajo escolar con el fin de alterar los resultados, en espera de que se éstos se adapten a lo que nos es conveniente. Sin duda, esta práctica es recurrente cuando los resultados no son lo que esperamos y forzosamente fabricamos datos inexistentes para adaptarlos a nuestra redacción o investigación.

Este acto, además de que es deshonesto, puede originar consecuencias graves por la alteración de los datos y la información, consecuencias que, si no se alcanzan a percibir desde un inicio, pueden ocasionar serios daños y perjuicios no solo al autor del escrito o la investigación, sino también a la institución de la que se es parte y, peor aún, a terceros.

Gracias a las actuales tecnologías, la manipulación de datos o imágenes es muy común. No se considera fabricación o falsificación de una imagen el ajustar brillo, contraste o balance de color, siempre y cuando se mantenga la imagen original y se cite la fuente de donde se tomó.

 

La detección de la información falsa

Es importante considerar que muchas veces se consultan fuentes no fidedignas y por desconocimiento, falta de investigación profunda y un análisis poco riguroso, se copian datos erróneos o falseados.

Por ello, es sumamente necesario:

  1. en primer lugar, consultar las fuentes originales (y en segundo plano las secundarias, pues puede ser posible que los autores secundarios o terciarios hayan repetido los errores);
  2. en segundo lugar, es imperativo consultar fuentes serias y verídicas, que se caracterizan por la publicación de la verdad y la comprobación de la información presentando pruebas contundentes;
  3. en tercer lugar, siempre verifica la información en fuentes pares.

 

Algunos tips para detectar la información falsa

 

  • Cuando detectes textos con muchas faltas de ortografía, equivocaciones, repeticiones innecesarias, datos repetidos equívocos dentro del mismo texto, nombres de autores o personas erróneos, siempre duda de su veracidad.
  • Cuando veas que hay información exagerada o desproporcionada a la realidad, por lo general es información falseada.
  • Un texto con errores graves de ortografía es señal del poco cuidado que tuvo su autor al redactarlo y, por consecuencia, al publicarlo. Esto no significa que el dato o la información sea errónea, pero sí deja ver el descuido y por desconocimiento puedes caer en la copia de dichos errores.
  • Si la fuente que estás consultando no cita a su vez las fuentes que utilizó, es señal de que no hay integridad en su actuar y, por ende, no hay respeto por la propiedad intelectual y el derecho de autoría. Al no tener fuentes, esa información carece de sustento y por tanto no puedes comprobar que lo dicho sea verídico.
  • Si la fuente consultada sí menciona fuentes, pero de baja calidad, debes tener cuidado porque puede ser que tenga errores e información falsa.

 

Te recomendamos visitar el Programa “Velo en perspectiva”. La infografía “Mejora tus habilidades de investigación. Saber cómo investigar es aprender a no plagiar” te orienta sobre los siguientes temas:

  1. Planeación:
    1. Selección del tema.
    2. Elaborar la lista de fuentes de información.
    3. Anotar una lluvia de ideas.
    4. Realizar un índice preliminar
  2. Buscar información.
  3. Seleccionar las fuentes.
Infografía: 'Mejora tus habilidades de investigación. Saber cómo investigar es aprender a no plagiar'
Infografía: "Mejora tus habilidades de investigación. Saber cómo investigar es aprender a no plagiar"

 

Asimismo, en la infografía “Planea, estructura y crea tu propia obra. Saber cómo estructurar es aprender a no plagiar”, aprenderás a:

  1. Introducir el tema:
    1. Contexto
    2. Planteamiento del problema
    3. Objetivos
    4. Formulación de hipótesis
    5. Recopilación de información
    6. Distribución del contenido
  2. Desarrollar el tema.
  3. Sintetizar y concluir
Infografía: 'Planea, estructura y crea tu propia obra. Saber cómo estructurar es aprender a no plagiar'
Infografía: "Planea, estructura y crea tu propia obra. Saber cómo estructurar es aprender a no plagiar"

 

Plagio

El Diccionario de la Real Academia Española registra que la palabra ‘plagio’ proviene del latín tardío plagium o “acción de robar esclavos” o “acción de comprar o vender como esclavos a personas libres”. Esta palabra derivaba del gr. πλάγιος (plágios) que quiere decir “oblicuo”, “trapacero” o “engañoso”. Con el tiempo, y desde los antiguos grecorromanos, esta palabra pasó a designar, por extensión, aquel que robaba las ideas o palabras de otros.

Plagio significa presentar un trabajo, obra o producto intelectual como propio cuando en realidad su autor es otra persona. A nivel ético y moral, el plagio es un engaño, un fraude y un robo, por tanto, es un acto incorrecto que perjudica al autor o dueño de la información original y genuino.

 

“El plagio es, a fin de cuentas, una falta de orden moral ya que lesiona la dignidad de las personas y atenta contra el bien común. Por eso, podemos afirmar que algunos ponen comillas en los textos que ilustran sus discursos para citarlos; otros simplemente los usan sin comillas para parasitarlos”.

Camilo Ayala Ochoa (2022). Letras impostoras. Reflexiones sobre el plagio. Primera edición, Universidad Autónoma de Aguascalientes, Aguascalientes, Ags. editorial.uaa.mx/, p. 22.

 

Tipos de plagio

 

Tipos de plagio
Tipos de plagio

 

Camilo Ayala Ochoa en su obra del año 2022 titulada Letras impostoras. Reflexiones sobre el plagio (pp. 26-29, 33, 40, 96) menciona otros tipos de plagio:

 

  • Plagio simple: también se le llama “plagio servil” o “plagio palabra por palabra”, es la copia directa o calca de una obra ajena, haciendo pasar como propia una parte o toda la obra.
  • Plagio “inteligente”: por medio de la reescritura, el parafraseo, el reemplazo de palabras o el cambio de orden de éstas en las oraciones.
  • Plagio minimalista: es el más complejo, a decir del autor, pues se hurtan conceptos, ideas, pensamientos u opiniones.
  • Plagio de referencias: es el robo de información o de comentarios sin citar las fuentes.
  • Plagio de forma: es la copia de la estructura de una obra, ya sea de creación literaria o una monografía académica.
  • Plagio de ideas: a decir del autor quien comete un plagio de ideas y no da crédito a su autor es un timador.
  • Plagio inconsciente: no es deliberado y se efectúa cuando se incluye en el texto una idea, concepto o frase, pero se ha olvidado quién es su autor. O también ocurre por el desconocimiento o la falta de dominio de los mecanismos de citación.
  • Plagio literario: es la copia de textos de un escritor.
  • Plagio académico: plagios cometidos en instituciones educativas.
  • Plagio legislativo: ocurre cuando un parlamentario se adjudica la autoría de una ley, iniciativa de ley o norma de otra legislatura.
  • Plagio tecnológico: es el uso de comandos de búsqueda por internet, se copia y se pega.
  • Autoplagio: cuando un autor hace pasar una obra suya como nueva, haciendo leves modificaciones a una obra ya publicada con la finalidad de aumentar el número de publicaciones. Existen varios tipos:
    • Presentación de la misma obra a dos o más editoriales.
    • Presentación de la traducción de la obra como inédita en otro país.
    • Presentación de la obra como reedición, cuando realmente es reimpresión.
    • Presentación de adelantos de una investigación completa.
  • Plagio distraído: se copian textos contradictorios que se refutan entre sí.
  • Plagio contumaz: es el que no puede reconocerse.
  • Plagio crónico: es quien plagia porque no puede escribir.
  • Plagio galopante: se realiza por las prisas de escribir.
  • Plagio cínico: se plagian obras que se incluye en la bibliografía.
  • Plagio del jactancioso: es el que hace el que dice “Nadie plagia lo que yo plagio”.
  • Plagio romántico: se refiere constantemente a un autor, pero no se le reconoce su autoría.
  • Plagio de plagio: al parecer de Ayala es “justicia poética”.
  • Ciberplagio: el que se realiza en medios cibernéticos por la comunidad cibernauta.
  • Plagio de estilo: se copia el estilo de un discurso oral o escrito.

 

Por su parte, Raúl Rojas Soriano, en su libro Plagio de mis libros en un texto del INEGI (México) y en otros de varias universidades (2022, Plaza y Valdés) habla del plagio intelectual durante clases, ponencias y conferencias. El autor dice que en diversos foros fue objeto de plagio al exponer sus ideas y planteamientos.

 

¿Qué es plagio académico?

El plagio académico implica apropiarse de las ideas, palabras, datos, recursos audiovisuales, interpretaciones, entre otros, que son autoría o propiedad de un tercero, y que se presentan como propios, sin anunciar este acto. Todo esto en el ámbito educativo, principalmente en el nivel universitario, tanto en las esferas escolares (alumno-profesor) como en las de investigación y las de publicación.

Camilo Ayala Ochoa en su obra del año 2022 titulada Letras impostoras. Reflexiones sobre el plagio menciona en su apartado “Plagio académico” que éste se da entre estudiantes, profesores e investigadores que copian y pegan información en textos sin rigor. Ayala habla de las nuevas generaciones, como por ejemplo “los millennials” que son impacientes y que quieren “todo masticado y digerido” (p. 32), así como la necesidad de demostrar la productividad investigativa y de publicaciones, lo que obliga a muchos investigadores a cometer plagio y a publicar en revistas depredadoras.

 

Consulta la categoría La revista académica en la sección PUBLICACIÓN, donde encontrarás información sobre Editoriales depredadoras.

 

“Nuestras universidades sufren la pérdida de autoridad académica, el plagio de textos, el ciberplagio y el muy común uso del “copia y pega”, el corte y confección, que estudiantes y académicos equiparan con el conocimiento”.

Camilo Ayala Ochoa (2022). Letras impostoras. Reflexiones sobre el plagio. Primera edición, Universidad Autónoma de Aguascalientes, Aguascalientes, Ags. editorial.uaa.mx/ p. 33.

 

¿Qué es plagio académico?
¿Qué es plagio académico?

 

¿Cómo se realiza el plagio?

Existen varias maneras de realizar plagio en el momento de que estás escribiendo tu producto escolar, estas son:

 

 

¿Cómo se realiza el plagio?
¿Cómo se realiza el plagio?

 

COPIAR

  • COPIAR Y PEGAR: Palabras, frases, oraciones y textos tal como se presentan en las obras de otro autor y decir que son propios.
  • ROBO DE IDEAS: Presentar como propia la idea o concepto de otro autor.

 

PARAFRASEAR

  • PARAFRASEO INCORRECTO: se explica lo dicho por otro autor, pero sin decir que son ideas de él, y sin aportar ideas propias.
  • PARAFRASEO NO CITADO: se modifican algunas palabras y la sintaxis del texto de otro autor, pero sin decir la referencia.

Hay que recordar que el parafraseo per se es un hecho gramatical que no es incorrecto. La traslación de tiempos verbales, personas pronominales, adjetivos, adverbios, etc. pueden ser reformuladas de acuerdo con el punto de vista del portador de la palabra, en este caso el autor, quien está haciendo uso del estilo indirecto y, por tanto, está modificando el discurso en un intento de adaptarlo a sus necesidades discursivas.

El punto clave está en que, si se parafrasea, se debe indicar la fuente de donde se tomó la información parafraseada.

 

NO CITAR

  • ELISIÓN TIPOGRÁFICA DE CITACIÓN: no usar comillas, negritas, cursivas o párrafo a bando que señalen la cita textual de otro autor.
  • REFERENCIAS INCORRECTAS: las referencias son incompletas, mal copiadas, fuentes no consultadas o erróneas.
  • TRADUCCIÓN FALSA: sucede cuando se traduce la obra de otro autor y se presenta como propia.
  • TERGIVERSACIÓN DE LAS FUENTES: Modificar algún dato de la referencia.

 

FALSA AUTORÍA

  • AUTOR FALSO: sucede cuando se incluye como autor a quien no colaboró en la obra.
  • AUTOR SUPRIMIDO: sucede cuando no se incluye como autor a quien sí colaboró en la obra.

 

AUTOPLAGIO

  • AUTOPLAGIO: presentar un trabajo propio ya publicado, como si fuera original.
  • ENVÍO DOBLE: sucede cuando un autor publica el mismo trabajo en dos publicaciones distintas, a pesar de que existan condiciones de exclusividad y originalidad.

 

El plagio es “antiuniversitario”

Realizar cualquier práctica relacionada con el plagio es un comportamiento “antiuniversitario”. Nuestra Universidad, como “Universidad de la Nación”, ha sido la cuna de descubrimientos, inventos, investigaciones y proyectos que han contribuido al desarrollo de nuestro país no solo a nivel educativo, sino también científico, tecnológico, humanitario y cultural. En ella los valores del respeto, la tolerancia, la pluralidad, la ética, la justicia, la equidad, la inclusión, la responsabilidad, la transparencia, entre otros, se acompañan de lo que, como Universidad, son exigencias en todo su haber, es decir, la integridad académica, la libertad intelectual, el profesionalismo, la confianza, la honestidad académica y el reconocimiento y protección de la autoría intelectual.

Por ello, como universitario que eres, estos valores deben enarbolar tu actividad estudiantil, académica, profesional o laboral y, por ende, cualquier práctica que vaya en contra de ellos es antiuniversitaria.

 

 

Por mi integridad académica, hablará mi espíritu
Por mi integridad académica, hablará mi espíritu

 

Estrategias para evitar el plagio

 

Si eres profesor o tutor

  • Genera una relación de confianza con los estudiantes y/o tutorandos.
  • Desde el inicio de la relación de colaboración de asesoría de un trabajo escolar, habla con el estudiante y/o tutorando sobre la importancia de la citación de fuentes y de evitar acciones fraudulentas o plagio académico.
  • Haz énfasis en los diferentes métodos de citación y referenciación que deberá utilizar en su obra. (Consulta la categoría Estilos bibliográficos  en la sección INVESTIGA.)
  • Revisa la redacción del estudiante y/o tutorando y compárala con aquellas palabras, frases o párrafos que podría colocar en su texto y que no llevan la misma tonalidad, ritmo, etc. Muy probablemente se esté tratando de un texto copiado de otro autor sin que reconozca su autoría.
  • Entrega al estudiante y/o tutorando una lista de bibliografía debidamente requisitada, con todos los elementos exigidos por los modelos bibliográficos, de tal manera que sea su guía para poder citar adecuadamente.
  • En caso de ser necesario, remite al estudiante y/o tutorando a la biblioteca de tu facultad, escuela o centro de investigación, para obtener mayor información y asesoría sobre los cursos que ofrecen al respecto de programas de desarrollo de habilidades y competencias informacionales.
  • Recuerda que todo error del alumno es error tuyo, pues tú funges como revisor, tutor y asesor de su obra.
  • Denuncia cualquier acto de deshonestidad académica.
  • Fomenta en tus alumnos y/o tutorandos un espíritu crítico, por medio de un “deber ser” y un “saber hacer”.
  • Como formador de futuros profesionistas, inculca en tus alumnos y/o tutorandos el compromiso de ser personas íntegras, y demostrarlo no solo en sus investigaciones y productos escolares académicos, sino por consecuencia en su devenir profesional.

 

Si eres estudiante y/o tutorando

  • Ten siempre presente que tus ideas propias, con interpretaciones originales, y con una redacción propia, hacen de tu escrito, trabajo escolar u obra, un producto académico único e inviolable. Defiende la integridad académica y hazla parte esencial de tu pensar y tu actuar.
  • Infórmate sobre cuáles son las maneras más comunes de cometer plagio y recházalo rotundamente.
  • Consulta los métodos de citación y referenciación que se adecua a tu trabajo escolar u obra. (Consulta la categoría Estilos bibliográficos  en la sección INVESTIGA.)
  • En el momento de ir redactando tu escrito, te verás en la necesidad de citar alguna palabra, concepto, idea o frase de las fuentes que vas consultando. Ve anotando la fuente de donde los tomaste, incluyendo la página o la liga del sitio web, y trata de adaptarlos al estilo bibliográfico que has elegido. Esto te ayudará a no buscar posteriormente la fuente que, muy probablemente por el paso del tiempo, podrás olvidar con facilidad.
  • Solicita al profesor y/o tutor una lista de bibliografía debidamente requisitada, con todos los elementos exigidos por los modelos bibliográficos, de tal manera que sea tu guía para poder citar adecuadamente.
  • Denuncia cualquier acto de deshonestidad académica.
  • Consulta en la biblioteca de tu facultad, escuela o centro de investigación si existen cursos o programas de desarrollo de habilidades y competencias informacionales.
  • La Dirección General de Bibliotecas y Servicios Digitales de Información ofrece constantemente cursos y talleres sobre el Desarrollo de Habilidades Informativas.
  • Consulta los videos del programa "Cita con tu estilo... bibliográfico", disponibles en: https://www.facebook.com/watch/152817784808549/293784259126961
  • Recuerda que perteneces a la comunidad UNAM, y como “universitario” perteneces a una institución que defiende los valores de la honestidad, la responsabilidad y la integridad ética y académica.

 

Herramientas antiplagio

Existen varios programas o software creados para detectar textos plagiados, que consisten en comparar un documento inédito con otros ya publicados que se encuentran en bases de datos digitales y sitios web, además de repositorios de datos de código. El objetivo es encontrar coincidencias o similitudes entre el primero y los segundos a fin de verificar la autenticad de la autoría y originalidad de la obra.

Dichas similitudes se presentan en distintas formas:

  • Citas incorrectas
  • Copia literal de palabras, frases o párrafos
  • Elisión de comillas
  • Copia incorrecta de palabras, frases o párrafos
  • Paráfrasis
  • Errores gramaticales

Al final de la revisión se presenta un informe con el porcentaje de similitudes, lo cual permite identificar si el texto es auténtico o es un plagio entero o parcial.

Existen varios programas gratuitos y de pago, tales como:

 

 

No todo es plagio: Prácticas que se confunden con plagio

Decir que un texto es reflejo de otro; o que hay reminiscencias de un autor antiguo en otro más actual; o que hay influencias de la filosofía de un autor en otros tantos que la siguen; o que hay ecos o imitaciones de un autor en otros… son frases que nos hacen ver que hay prácticas discursivas que no necesariamente tienen que ver con el mal hábito del plagio. Muchas de éstas pueden incluso confundirse con actividades plagiarias, y por mucho que se quiera afirmar que son plagios, la verdad es que no es así.

Hélène Maurel-Indart, en su obra Sobre el plagio (trad. Laura Fólica, Buenos Aires, Argentina y México, Fondo de Cultura Económica, 2014) utiliza los términos “préstamos textuales” o “inspiración literaria” para hablar de las “motivaciones y manifestaciones de la escritura plagiaria” que delimitan la noción de “originalidad”.

Harold Bloom, en su obra La angustia de las influencias (Trad. Francisco Rivera, Caracas, Venezuela, Monte Ávila, 1991) cita a Oscar Wilde en su obra titulada El retrato del Sr. W. H.: “la influencia es simplemente una transferencia de la personalidad, una manera de dar de balde lo que es más precioso para uno mismo, y su ejercicio produce una sensación, y, posiblemente, una constatación de pérdida. Todo discípulo le arrebata algo a su maestro […] (Bloom, op. cit., p. 14.).

A esto Bloom le llama “la angustia de influir”, y sigue citando a Wilde ahora en El retrato de Dorian Gray: “Ya que influir en una persona es darle su propia alma” (Bloom, op. cit. p. 14). Por supuesto, Bloom no justifica con ello la falta de originalidad, y lo que él denomina “influencias poéticas” pueden ser estudiadas desde el punto de vista del estudio de las fuentes o la historia de las ideas, lo cual permite descubrir qué autores influyeron en otros.

Según Bloom, quienes toman influencias de otros, son talentos débiles que entran en angustias porque saben que deben algo a alguien de quien retomaron ideas o palabras, dado que éstas no se originaron en su propia mente.

 

“Los talentos más débiles idealizan las cosas; las figuras de imaginación capaz se apropian de lo que encuentran. Pero no se consigue nada sin pagar un precio, y la apropiación implica las inmensas angustias de sentirse deudor, ya que ¿existe algún poeta fuerte que desee darse cuenta de que no ha logrado crearse?”

Harold Bloom, La angustia de las influencias. Trad. Francisco Rivera, Caracas, Venezuela, Monte Ávila, 1991, p. 13.

 

Según Bloom, existen seis prácticas en la toma de influencias:

  1. Clinamen (‘desvío’): es cuando un autor retoma a otro y con un movimiento correctivo y brusco, se desvía de su precursor intentando corregirlo, creando una nueva obra.

  2. Tésera (‘reconstrucción’): es cuando un autor completa a su precursor, se basa en la obra de origen, pero la complementa, logrando otro significado.

  3. Kenosis (‘discontinuidad’): es cuando un autor desea romper con la continuidad de otro, evitando repetirlo, pero al mismo tiempo lo único que logra es una mala disminución de su precursor.

  4. Demonización (‘intermediación’): es cuando un autor se coloca entre el autor precursor y los autores supuestamente anteriores a éste, tratando de explicar, por medio de generalizaciones, el carácter único de la obra anterior.

  5. Ascesis (‘autopurgación’): es cuando un autor desea alejarse de su autor precursor, privándose de todas sus dotes, logrando únicamente una reducción mal habida en su obra.

  6. Apofrades (‘regreso de los muertos’): es cuando un autor, falto de imaginación, crea una obra sumamente parecida a la del autor precursor, como si la obra precursora renaciera.

Por su parte, Gérard Genette, en su obra Palimpsestos. La literatura en segundo grado (Madrid, Taurus, 1989) escribía en 1981 que percibía cinco tipos de relaciones transtextuales. Para abordar estas cinco relaciones, debemos hablar primero sobre qué se entiende por “transtextualidad” e “hipotexto”.

 

Transtextualidad

Es la relación entre un texto y la realidad “extratextual”, es decir, la realidad que está fuera del texto mismo. Transtextualidad es el conjunto de elementos que hacen que un texto se relacione con otros textos. La transtextualidad incluye a la Architextualidad y otros tipos de relaciones transtextuales. Un ejemplo de alusión transtextual es el título de Guzmán de Alfarache, que alude por género (picaresca) y por fórmula textual (nombre+preposición+lugar) al Lazarillo de Tormes.

 

Hipotextualidad

El hipotexto es el texto a partir del cual se escribe otro texto. El ejemplo son las “Adaptaciones” que se hacen de una obra literaria y que se vuelven una obra teatral o cinematográfica. Otro tipo de hipotexto son los “remakes”, que son nuevas versiones de una película, tema musical o de una obra teatral o literaria que ya se habían realizado anteriormente., con la intención de “renovar”, “mejorar” o “actualizar” la obra original.

En cinematografía, el “reboot” (reiniciar) es una nueva versión de una película anterior, pero con una reinterpretación de los elementos más importantes que permanecen. El ejemplo son los comics, en los que se crean nuevas historias a partir de un mismo superhéroe y la historia base, pero cambian personajes secundarios o la trama tiene un enfoque diferente.

Entendidos estos dos conceptos, Genette establece cinco tipos de relaciones transtextuales enumeradas en un orden aproximado creciente de abstracción, implicitación y globalidad:

 

1. Intertextualidad

Es una relación de co-presencia entre dos o más textos, o bien, la presencia de un texto en otro. Se desarrolla de las siguientes maneras:

  • La cita, ya sea con comillas, con o sin referencia precisa;

  • El plagio, que es una copia literal pero no referenciada;

  • La alusión: que es un enunciado que alude a otro con una percepción del primero diferente a la del segundo. Son textos que, de manera explícita o implícita, refieren a otro texto.

Citando a Michael Riffaterre, el “intertexto” es la relación entre una obra y otra a nivel de las microestructuras semántico-estilísticas, es decir, las frases, fragmentos o textos breves. Hay una diferencia entre la intertextualidad y la “lectura literaria”: la primera produce la “significancia” de un texto (relacionar el texto leído con otros con los que está conectado, le otorga significado); mientras que la lectura literaria lineal sólo produce “el sentido”.

 

2. Paratextualidad

Es el “más allá” del texto mismo, es decir, aquellas partes que componen el todo pero que no son propiamente el texto, tales como: título, subtítulo, intertítulos, índice de contenidos, epígrafes, prefacios, prólogos, advertencias, notas (al margen, al pie de página o finales), ilustraciones, sobrecubierta, faja, epílogos, colofón. Todos ellos aportan información anexa al texto. Puede también ocurrir que una obra funcione como paratexto de otra.

 

3. Metatextualidad

Es un tipo de transcendencia textual que se refiere a la relación -generalmente conocida como “comentario”- que une un texto a otro, mediante el hablar de él sin citarlo, convocarlo o sin nombrarlo. Según Genette, “la metatextualidad es por excelencia la relación crítica”. Se concibe, según Genette, como un “intertexto citacional de apoyo”. Un ejemplo de metatexto es la “crítica” (como género). Ejemplos de metatextos son los discursos críticos sobre las obras de autores: Crítica de Kant, Esplendores y miserias de Honoré de Balzac, A la búsqueda de Marcel Proust, etc.

Otro tipo de metatexto es el “suplemento”, la “continuación” o la “prolongación”, en los que se aporta a la obra de otro un “plus informativo” en forma de “comentario” o “interpretación”. Esa otra obra es un hipotexto del que que se parte y, por tanto, debe ser considerado como “pretexto”. Ejemplos de estos últimos casos son el segundo tomo del Quijote, cuyo hipotexto es el primer tomo, así como la Odisea es la prolongación de la Iliada.

 

4. Hipertextualidad

El hipertexto es el texto derivado de un texto anterior por transformación simple o transformación indirecta, es decir, imitación. La hipertextualidad es la relación que une un texto B (hipertexto) a un texto A anterior (hipotexto), es decir, es un texto derivado de otro texto preexistente. La definición exacta de toda práctica hipertextual es utilizar un texto como materia prima sin citarlo (Genette, p. 71). La derivación puede tener dos tipos de orden:

  • Un metatexto habla de un texto: El texto B se refiere al A directamente. Ejemplo: Nietzsche, en su famosa obra Así habló Zaratustra habla del “Mito de la caverna” que Platón incluyó en La República.
  • Transformación: El texto B no habla en lo absoluto del A, pero sin éste no puede existir porque lo está “evocando” más o menos explícitamente, sin necesariamente hablar de él y citarlo. Ejemplo: La Eneida y el Ulises de Joyce son dos hipertextos derivados de un mismo hipotexto: la La transformación se realiza de dos maneras:

     

    Tabla. Transformación

    a. Transformación simple o directa

    b. Transformación compleja o indirecta

    • Decir los mismo de otra manera.

    • Extraer un esquema de acción de un texto, pero tratado con un estilo diferente.
    • Consiste en transponer un texto en otro.

    • Ejemplo: la acción de la Odisea se transpone en la acción del Dublín del siglo XX del Ulises.

    • Decir otra cosa de manera parecida.

    • Extraer un cierto estilo y aplicarlo a una acción diferente.

    • Es la imitación de un texto, pero siguiendo la constitución de éste, tomándolo como modelo, y siguiendo su performance. Genette lo llama “performances miméticas”.

    • El texto imitado y el texto imitador ocasionan una transformación del texto.

    • Para saber transformar un texto y hacer un texto B, es necesario el dominio de los caracteres del texto A.

    • Ejemplo: Virgilio hace que la Eneida sea una imitación de la Odisea de Homero porque cuenta una historia completamente distinta con las aventuras de Eneas y no de Ulises, pero basándose en las características formales y temáticas de Homero.

     

    Un ejemplo más sencillo sería:

     

    Tabla. Ejemplos de transformación hipertextual

    Ejemplos de transformación hipertextual

    Transformación simple o directa

    Transformación compleja o indirecta

    Quiero cepillar los cabellos de Ana

    Quiero zepillar los cabellos de Ana

     

    En donde el cambio de letra de “cepillar” a “zepillar” solo provocó un error ortográfico, pero se mantuvo la estructura de la oración.

    Quiero cepillar los caballos de Ana

     

    En donde el cambio de letra de “cabellos” a “caballos” origina no solo el cambio de palabra sino también de sentido, pues ahora se habla de los equinos que son propiedad de Ana.

     

    El burro hablando de orejas

    La mula hablando de orejas

     

    En donde el cambio de género del animal de macho a hembra, solo implica una transformación de un componente gramatical, pero se mantiene el sentido y se sigue la estructura del género, en este caso de un proverbio o refrán.

    El burro hablando con orejas

     

    En donde el cambio de la preposición “de” por “con” transformó el sentido del refrán, dando a entender que “el burro” habla con “soplones” o “espías.

     

    El burro hablando de ojeras

     

    En donde el cambio de palabra “orejas” por “ojeras” transformó el sentido del refrán, dando a entender que “el burro”, cansado por tanto trabajo, tiene motivos para hablar del cansancio evidenciado por las “ojeras” de los ojos.

     

     

    Hay cuatro grados de relación hipertextual:

     

    Tabla. Grados de relación hipertextual

    Grados de relación hipertextual

    Relación hipertextual

    Definición

    Ejemplo

    Hipertextos alógrafos

    Alógrafo (allos=distinto; graphein=describir).

     

    Su hipotexto es obra de otro autor.

     

    Son los más numerosos y los más manifiestos.

     

    Se clasifican en:

    • Hipotexto múltiple: varios autores.
    • Hipotexto difuso: tradición mitológica.
    • Hipotexto genérico: copia del tipo de género.

    Electra de Sófocles, Eurípides y Esquilo (hipotexto múltiple).

     

    La trágica historia del doctor Fausto: Christopher Marlowe se basó en el folclore cristiano para escribir su obra hacia finales del siglo XVI. Posteriormente inspiraría a Goethe, Gounod, Boito y Liszt (hipotexto difuso).

     

    Pastiche (hipotexto genérico).

    Hipertextos autógrafos con hipotexto autónomo

    Su hipotexto proviene del mismo autor.

    Tentation de Saint Antoine: el propio Gustave Flaubert hizo una corrección (texto B) de su propia obra (texto A).

    Hipertextos autógrafos con hipotexto ad hoc

    El texto A ha sido manifiestamente calculado para dar lugar al texto B.

    El palíndromo: “Somos o no somos; “Anita lava la tina”; “Yo hago yoga hoy”, cuya lectura al revés dice exactamente lo mismo.

    Hipertextos con hipotexto implícito

    Se descifra de un texto B, un texto A anterior.

    Toda clase de texto figurado bajo el que se descifra un hipotexto literal anterior.

    Muy usual en la retórica clásica, que consideraba legítima la práctica de que, a partir de un texto literal, se creaba uno figurativo.

    Dos claros ejemplos son la “Paráfrasis” (explicación o comentario que se añade a un texto difícil de entender para aclararlo; o frase que expresa el mismo contenido que otra, pero con diferente estructura sintáctica) y la “Perífrasis” (construcción de varias palabras para evitar una palabra simple con fines eufemísticos).

     

    Una forma de “transformación hipertextual” es la “Contradicción” o “Refutación”. Genette explica que todo enunciado breve, perentorio y no argumentado como por ejemplo el proverbio, la máxima, el aforismo o el eslogan, inevitablemente genera una refutación: “Quien se limita a afirmar debe esperar que los demás se limiten a contradecirle” (p. 53).

    Otras veces el hipertexto tiene forma de “Comentario”, y aunque casi siempre se trata de evitar, sí llega a realizarse por vía de “Alusiones textuales” o “Invocaciones”.

    El hipertexto también se origina cuando se monta un texto a partir de varios, transformándose cada uno de ellos. Es una “contaminación” que Genette clasifica en “contaminación aditiva” y “contaminación sustitutiva”. El ejemplo de la primera es el “Centón”, que es la obra literaria compuesta de fragmentos, sentencias o expresiones de otras obras o autores, la cual, por extensión, se aplica al ensayo crítico basado en repeticiones de opiniones comunes y, por lo mismo, carece de originalidad. El ejemplo de la segunda es la “Quimera”, que toma de un texto A su estructura gramatical y de un texto B su sustancia léxica, cuya mezcla es mucho más compleja que la del centón.

    De acuerdo con Hélène Maurel-Indart, en su obra Sobre el plagio (trad. Laura Fólica, Buenos Aires, Argentina y México, Fondo de Cultura Económica, 2014, p. 260-261), el “Resumen” o el “Compendio” no pueden considerarse como falsificaciones o plagios, es decir, conservan su carácter lícito, si responden a razones de interés general, didáctico o escolar, y no implican una competencia desleal con el autor original. Asimismo, el “Análisis” implica una discusión entre el autor de la obra original y el comentario crítico personal del segundo autor, quien debe aportar un juicio de valor propio.

    La hipertextualidad se declara por medio de un indicio paratextual, como un prólogo, un título, un subtítulo, etc. Un ejemplo de esto es el título de Les Confessions de Rousseau que aluden al título de Las confesiones de San Agustín. En ésta la autobiografía de Agustín de Hipona, compuesta por trece libros, trata de su confesión de sus pecados y faltas directamente a Dios. Mientras que la obra de Rousseau, con el mismo título, también es una autobiografía, compuesta de 12 libros, en donde también confiesa su vida.

     

    “No hay obra literaria que, en algún grado y según las lecturas, no evoque otra, y, en este sentido, todas las obras son hipertextuales. Pero […] algunas lo son más (o más manifiestamente, masivamente y explícitamente) que otras”.

    Gérard Genette, Palimpsestos. La literatura en segundo grado (Madrid, Taurus, 1989), p. 19.

     

    La hipertextualidad se distingue cuando en un texto B encontramos préstamos tomados de un texto A, tales como fórmulas literarias, situaciones recurrentes de textos canónicos, campos semánticos o léxicos, imitaciones estilísticas, prácticas paródicas (deformaciones lúdicas o transposiciones burlescas de un texto).

     

5. Architextualidad

También llamado por Genette como “literariedad de la literatura”, es decir, el conjunto de categorías generales o la taxonomía de las que depende cada texto singular: tipos de discurso, modos de enunciación, géneros a los que se les ha encasillado (literarios, periodísticos, académicos, etc.). El Architexto es el texto original. Asimismo, Genette explica que se trata de una relación que articula una mención paratextual (títulos o subtítulos, por ejemplo) netamente taxonómica (nomenclatura, clasificación de los nombres o grupos) que orientan al lector sobre la expectativa que tiene sobre la obra y, por ende, cómo la recibe (a esto último se le llama “recepción literaria”).

Genette menciona que el architexto genérico son los géneros canónicos, tales como el Pastiche, la Parodia, algunas Epopeyas que hacen imitaciones de otros textos y el Apócrifo. El ejemplo de la architextualidad genérica es la imitación que Virgilio hizo de Homero, o el Guzmán de Alfarache del Lazarillo de Tormes.

De acuerdo con la Real Academia Española, el “Pastiche” es una imitación que consiste en tomar determinados elementos característicos de la obra de un artista y combinarlos, de forma que den la impresión de ser una creación independiente. Hélène Maurel-Indart, en su obra Sobre el plagio (trad. Laura Fólica, Buenos Aires, Argentina y México, Fondo de Cultura Económica, 2014, p. 257) explica que la “Parodia” se refiere a las obras musicales, el “Pastiche” a las obras literarias y la “Caricatura” a las obras gráficas. Maurel aclara que una “Parodia” no constituye un daño al derecho de autor siempre y cuando respete tres condiciones: en primer lugar, el parodista debe haber modificaciones suficientemente válidas, por medio de su propio esfuerzo intelectual, con el fin de obtener un resultado original, por lo que la parodia debe constituirse como una obra independiente de la obra parodiada. En segundo lugar, el elemento de crítica debe ser lo bastante perceptible como para que se respete la intención satírica propia de la parodia. Por último, la existencia de la obra paródica no debe crear confusión con la obra original.

 

Tipos de préstamos

Por su parte, Hélène Maurel-Indart, en su obra Sobre el plagio (trad. Laura Fólica, Buenos Aires, Argentina y México, Fondo de Cultura Económica, 2014) profundiza la postura que estableció Boleslaw Nawrocki en 1964 en su obra El plagio y el derecho de autor (Ginebra, Oficinas Internacionales Reunidas para la Protección de la Propiedad Intelectual).

Siguiendo la conceptualización de Nawrocki, quien había categorizado dos tipos de “Préstamo”: el directo/indirecto y el total/parcial, Maurel-Indart hace su propia clasificación, que aquí resumimos:

 

Préstamo directo, total o parcial

Reproducción directa sin autorización, implica una simple falsificación. Es fácilmente identificable. Es el préstamo sin transformación de ningún tipo.

 

  • Préstamo directo parcial:

    • Abarca solo una parte de la obra original.

    • Consiste en citar.

    • La cita es un préstamo literal, siempre y cuando se respeten estas tres condiciones:

      • Que se presente entre comillas.

      • Que su extensión sea limitada, es decir, que no reemplace la totalidad de la obra, haciendo un “montaje de citas” bajo el argumento de que sí entrecomilló y se indicó el autor.

      • Que se indique el nombre del autor.

    • La “Antología” es un tipo de préstamo directo parcial, en donde el antologista, en tanto selecciona los textos fragmentarios y les da un orden según sus propios criterios, demuestra cierta originalidad.

  • Préstamo directo total:

    • Corresponde a la copia total de la obra original sin autorización.

 

Préstamo indirecto, total o parcial

Reproducción indirecta de una obra. Es tomar prestada una segunda obra, pero implicando semejanzas en el nivel de la composición y un encadenamiento de ideas, y no solo las ideas en sí. Es una transformación del trabajo de otro que se hace pasar por propio y sin autorización previa. Dice Maurel que con “solo realizar algunos cortes e introducir nuevas ideas, a menudo secundarias, se da la apariencia de una obra nueva, que en realidad está completamente nutrida de la sustancia esencial y la originalidad de la obra imitada” (p. 259).

 

  • Préstamo indirecto parcial:

    • El texto utilizado sufre una transformación parcial.

    • Es el plagio enmascarado y se cubre con un ropaje más engañoso.

    • Se presenta bajo el pretexto de una “Adaptación” o “Parodia”.

    • Alega una “Coincidencia fortuita” o “Similitud de ideas”, que es una semejanza no buscada entre dos obras o más que provienen de la misma

    • Se presenta bajo la excusa de la “Reminiscencia”, fruto de lecturas asimiladas, digeridas y olvidadas, producidas por el inconsciente, en las que el autor imita inconscientemente la obra de otro autor que ya conocía, pero del que ya no recuerda la fuente. Una vez que se hace consciente, se convierte en “Guiño” o “Alusión”. Si éstos se señalan entre comillas, se convierte en “Cita”.

    • La “Imitación de un estilo, tendencia, escuela, método” no es censurable si el autor se limita a imitar el género o la confección de una obra, porque se vincula al ámbito de las ideas.

  • Préstamo indirecto total:

    • Corresponde a la “Traducción” y la “Adaptación” de una obra, de las cuales se requiere autorización del autor o de sus herederos.
    • Se retoma la estructura o composición de la obra.

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