En nuestros días, es muy común que busquemos información en Internet para resolver múltiples problemas de nuestra vida diaria, pero esto no garantiza que la localicemos de forma rápida y expedita. Lo anterior puede tener muchas causas: exceso de información, desconocimiento del manejo de los recursos y herramientas digitales o simplemente no contar con las habilidades necesarias para explotar la riqueza informativa que la Web nos ofrece.
Por lo anterior, en este apartado conocerás cuáles son los elementos básicos para elaborar una estrategia de búsqueda efectiva que te permitan recuperar resultados que respondan a tus requerimientos informacionales.
Responder preguntas como las que se enumeran a continuación puede ayudarte a desarrollar un plan de investigación para ahorrar tiempo en tus actividades académicas.
Todos estos elementos te darán las pautas necesarias para iniciar tu búsqueda documental, ya que al definir adecuadamente el tipo de información que necesitas podrás precisar criterios y estrategias de búsqueda, así como utilizar las herramientas idóneas para tal fin.
La estrategia de búsqueda está conformada por términos o conceptos, sus definiciones, sinónimos, expresiones relacionadas y las combinaciones o relaciones lógicas entre ellos, para dar respuesta a alguna necesidad informativa y cuya ejecución se encamina a la recuperación efectiva de información pertinente y relevante, descartando aquella que no lo es. Aunque en primera instancia hablar de elaboración de estrategias de búsqueda parezca una tarea sumamente compleja en la realidad no lo es, siempre y cuando tengamos claros las etapas a seguir en su elaboración. Una estrategia de búsqueda debe basarse en cinco pasos fundamentales:
En este paso es imprescindible tener una idea clara de los temas que deseamos buscar. Para lograr lo anterior, te recomendamos extraer las palabras clave más relevantes, es decir, determinar cuáles son los términos que representan con mayor exactitud el tipo de información que deseamos recuperar, excluyendo artículos, preposiciones y palabras muy vagas o generales, ya que pueden causar ruido documental a lo largo de la búsqueda.
Una vez definidos los puntos anteriores, nuestro siguiente paso es la preparación de la búsqueda, que consiste en establecer cuáles son las formas de expresar lo que se desea recuperar para conseguir la exhaustividad deseada. Para ello es necesario identificar las palabras clave, para lo cual debes reconocer los sinónimos o términos relacionados para cada una de éstas. Lo anterior será de gran utilidad cuando la búsqueda pretende ser exhaustiva.
Las fuentes de información están íntimamente relacionadas con la necesidad informativa que deseamos resolver, por lo que es fundamental elegir la que mejor se ajuste a ella. Según el nivel de información que proporcionan se dividen en dos tipos: primarias o secundarias.
Las fuentes primarias contienen información nueva y original, resultado de un trabajo intelectual. En este rubro encontramos libros, revistas científicas y de entretenimiento, periódicos, documentos oficiales de instituciones públicas, informes técnicos y de investigación de instituciones públicas o privadas, patentes, normas técnicas, entre otros.
Las fuentes secundarias contienen información elaborada mediante el análisis, extracción o reorganización de los documentos primarios originales. Algunos ejemplos son: enciclopedias, antologías, directorios, libros o artículos que interpretan otros trabajos o investigaciones.
Una vez determinadas las palabras clave así como los tipos de fuentes documentales que deseamos recuperar, llegamos al paso más importante: el diseño de la estrategia de búsqueda. Como se había mencionado anteriormente, la estrategia de búsqueda se estructura con una secuencia de operadores booleanos.
Los operadores son símbolos que se utilizan para la elaboración de una estrategia de búsqueda y que permiten combinar diferentes términos entre sí para establecer relaciones lógicas entre cada uno de ellos. Existen varios tipos de operadores: lógicos o booleanos, sintácticos o de proximidad; truncamiento y comodines.
Reciben su nombre del matemático George Boole y son conocidos también como operadores lógicos. Son términos que se utilizan para describir las operaciones lógicas en un sistema de recuperación de información; llámese catálogo, base de datos, revista electrónica, etcétera y son de gran utilidad para ampliar o reducir los resultados en una búsqueda de información.
Los operadores lógicos o booleanos se basan en la teoría de conjuntos y permiten hacer tres operaciones básicas:
Sirve para unir y su función consiste en recuperar los registros informativos en donde se encuentren presentes dos o más términos que deseemos recuperar.
Ejemplo: Cáncer AND Piel AND Tratamiento
Esta estrategia recupera aquellos documentos que contienen las tres palabras: CÁNCER, PIEL y TRATAMIENTO.
Al utilizar este operador, se aplica una instrucción para que el recurso consultado encuentre registros que tengan forzosamente todos los términos unidos por el operador AND. Al momento de incluir nuevos términos se disminuye el número de registros que pueden cumplir la condición de búsqueda (aumenta la dificultad) y el resultado es menor.
Este operador lógico sirve para ampliar los resultados finales ya que permite recuperar registros donde estén presentes uno u otro término de los combinados, o ambos.
Ejemplo: VHI OR SIDA OR AIDS
Esta estrategia recupera los documentos que contienen las palabras VIH, SIDA o AIDS así como los que contienen a todas estas.
El operador OR es útil para incrementar los resultados cuando combinamos sinónimos o términos que se relacionan.
Este operador permite excluir de los resultados finales aspectos del tema que no deseamos; para tal efecto, recuperará información en la que aparezca en el primer término pero no el segundo.
Ejemplo: ANTIBIÓTICOS NOT PENICILINA
Esta estrategia recupera documentos que contienen la palabra ANTIBIÓTICOS y descarta aquellos que incluyen el término PENICILINA. El operador NOT no recupera los documentos que contiene ambos términos.
Los operadores booleanos pueden ser utilizados cuantas veces sea necesario al momento de elaborar una estrategia de búsqueda; para ello será necesario emplear los paréntesis:
Los paréntesis son útiles cuando la búsqueda incluye dos o más términos relacionados o sinónimos y dos o más operadores booleanos; con su utilización se le indica al recursos que estemos consultando que procese primero el enunciado de búsqueda que está entre paréntesis.
Nota: No todos los recursos informativos requieren del uso de los paréntesis, ya que la mayoría de ellos, en la parte de búsqueda avanzada, ofrecen los campos necesarios para utilizar diferentes operadores booleanos en un mismo enunciado de búsqueda.
Los campos de búsqueda son elementos de suma importancia para la elaboración de una estrategia de búsqueda exitosa, ya que nos remiten a las partes de los registros en las que vamos a investigar los términos seleccionados. Los campos más destacados son: título, autor, palabras clave, materia o descriptor, resumen, todos los campos y texto completo.
En general, las bases de datos o los catálogos disponen de más campos que los portales de revistas electrónicas o Internet. Hay algunos recursos de información (libros y revistas electrónicos) que tienen opciones de búsqueda similares a las de las bases de datos, pero es frecuente encontrar casos en los que los únicos campos son, al margen del autor: título, título y resumen o título, resumen y texto completo.
Una vez definidos los elementos básicos de la estrategia de búsqueda (palabras clave, descriptores, operadores y campos de búsqueda), podemos continuar con el siguiente paso: la recuperación de la información.
En este punto debemos seleccionar el recurso o la base de datos de nuestro interés, lo que hace necesario explorar las opciones de búsqueda que ofrecen para la recuperación de información. Respecto al modo de realizar la búsqueda, casi todos los recursos tienen disponibles dos opciones: búsqueda básica y búsqueda avanzada.
La búsqueda básica se corresponde con la imagen de un “cajón” de búsqueda vacía con la opción “Buscar”. En principio, para expresar la necesidad de información sólo hay que escribir una palabra (o un conjunto de ellas), como puede observarse en la siguiente figura:
La búsqueda avanzada nos permite combinar varios campos de búsqueda, por ejemplo, título y autor, título y materia, etcétera; de esta forma se acota la búsqueda y se hace más eficaz, obteniendo resultados con mayor precisión y relevancia.
Hay recursos, bases de datos y algunos portales que, inicialmente, sólo muestran un campo o un número limitado de campos, pero que permiten ir añadiendo más en función de nuestras necesidades. A éstos se les denomina delimitadores, los cuales pueden ser cronológicos, geográficos, idiomáticos, tipo de documento o áreas del conocimiento, entre otros:
Una vez analizados los elementos de la estrategia de búsqueda, en la siguiente figura se puede observar, de manera condensada, todo este proceso:
Para finalizar, los siguientes consejos te serán de mucha utilidad para replantear una estrategia de búsqueda: