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Kenneth S. Goodman, El proceso de lectura: consideraciones a través de las lenguas y del desarrollo

http://delengualiteraturas.blogspot.com/2010/01/el-proceso-de-lectura-consideraciones.html

Un único proceso de lectura

 

El lenguaje escrito, de modo similar al lenguaje oral, es una invención social. Cuando una sociedad necesita comunicar a través del tiempo y del espacio y cuando necesita recordar su herencia de ideas y de conocimientos, crea un lenguaje escrito. Esto ocurre cuando las sociedades alcanzan un cierto nivel de complejidad y de tamaño. Ya que los propósitos del lenguaje escrito son básicamente los mismos a través de las lenguas, y que la necesidad de ser comprendido por otros es universal a través de las lenguas, creo que hay uno y solamente un proceso de lectura para todas las lenguas, independientemente de las diferencias en ortografía. No hay muchas maneras de dar sentido a un texto sino solamente una.

 

Por las mismas razones, creo que hay solamente un proceso de lectura, independientemente del nivel de capacidad con que este proceso es utilizado. La diferencia entre el lector capaz y uno que no lo es, o un principiante, no reside en el proceso por el cual obtienen significado a partir del texto. No hay un modo diferente en que los malos lectores obtienen sentido del texto, cuando se les compara con los buenos lectores. La diferencia reside en lo bien que cada lector utiliza este único proceso.

 

También creo que hay un único proceso de lectura para leer cualquier tipo de texto, independientemente de su estructura y del propósito que tenga el lector en el momento de leer. Este único proceso de lectura debe ser suficientemente flexible para permitir diferencias en las estructuras de lenguas que difieren en sus ortografías, en las características de diferentes tipos de textos, y en la capacidad y propósitos de los lectores.

 

Podemos comparar la lectura con el manejo de un automóvil o un camión. Hay automóviles pequeños, grandes, viejos, nuevos; camiones, ómnibus; tráfico pesado, tráfico fluido. Todas estas diferencias requieren flexibilidad de parte del conductor. Y sin embargo hay solamente una manera de conducir. Se puede conducir bien o mal pero no se puede conducir sin utilizar el acelerador, los frenos y el volante. De alguna manera hay que hacer que el automóvil avance, se detenga, y vaya allí donde queremos ir.

 

De la misma manera, aunque se necesita flexibilidad en la lectura, el proceso tiene características esenciales que no pueden variar. Debe comenzar con un texto con alguna forma gráfica; el texto debe ser procesado como lenguaje, y el proceso debe terminar con la construcción de significado. Sin significado no hay lectura, y los lectores no pueden lograr significado sin utilizar el proceso.

 

El proceso de lectura

 

Para comprender el proceso de lectura, debemos comprender de qué manera el lector, el escritor y el texto contribuyen a él. Ya que, como lo hemos dicho, la lectura implica una transacción entre el lector y el texto, las características del lector son tan importantes para la lectura como las características del texto (Rosenblatt, Louise. 1978).

 

La relativa capacidad de un lector en particular es obviamente importante para el uso exitoso del proceso. Pero también lo es el propósito del lector, la cultura social, el conocimiento previo, el control lingüístico, las actitudes y los esquemas conceptuales. Toda lectura es interpretación y lo que el lector es capaz de comprender y de aprender a través de la lectura depende fuertemente de lo que el lector conoce y cree antes de la lectura. Diferentes personas leyendo el mismo texto variarán en lo que comprendan de él, según sean sus contribuciones personales al significado. Pueden interpretar solamente sobre la base de lo que conocen.

 

Todos hablamos al menos un dialecto de un lenguaje y a veces varios registros o maneras de utilizar el lenguaje en diferentes contextos. Las formas del lenguaje que el lector controla afectarán fuertemente su lectura.

 

La manera en que el texto representa al escritor afectará también el que lector y escritor puedan transaccionar significado a través de él. La sensibilidad del escritor hacia su público y la manera en que ha logrado representar significado para este público influirán la comprensibilidad.

 

El éxito de la lectura dependerá también del modo en que lector y escritor acuerden en las maneras de utilizar el lenguaje, en sus esquemas conceptuales, y en sus experiencias vitales. Cuando se escribe una carta a un amigo cercano se pueden dar muchas cosas por supuestas, mientras que hay que ser mucho más completo y explícito en una carta comercial.

 

Una diferencia importante entre el lenguaje oral y el escrito es que en el lenguaje escrito las dos personas en comunicación raramente están en presencia uno de otro. De tal modo, los lectores deben construir significado a partir del texto en ausencia del escritor. No podemos volvernos hacia el escritor como podemos hacerlo hacia el hablante y preguntarle "¿qué quiso decir?". Se trata de una transacción a larga distancia entre el lector y el escritor. El lector debe depender únicamente del texto para construir significado.

 

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La lectura es un proceso cíclico

 

Podemos pensar en la lectura como compuesta de cuatro ciclos, comenzando con un ciclo óptico, que va hacia un ciclo perceptual [o perceptivo], de allí a un ciclo gramatical [o sintáctico], y termina finalmente con un ciclo de significado [o semántico]. Pero a medida que la lectura progresa, otra serie de ciclos sigue, y luego otra y otra. De tal modo, cada ciclo sigue y precede a otro ciclo hasta que el lector se detiene o hasta que la lectura ha llegado a su fin.

 

El lector está siempre centrado en obtener sentido del texto. La atención está focalizada en el significado, y todo lo demás (tal como letras, palabras o gramática) sólo recibe atención plena cuando el lector tiene dificultades en obtener significado. Cada ciclo es tentativo y puede no ser completado si el lector va directamente hacia el significado. En una lectura realmente eficiente, se necesitan pocos ciclos para completarla antes de que el lector obtenga significado. Pero, retrospectivamente, el lector sabrá cuál es la estructura de la oración y cuáles son las palabras y letras porque el lector conocerá el significado, y esto creará la impresión de que las palabras fueron conocidas antes que el significado. En un sentido real, el lector está saltando constantemente hacia las conclusiones.

 

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