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La Taxonomía de Benjamin S. Bloom

 

  1. Conocimiento
  2. Comprensión
  3. Aplicación
  4. Análisis
  5. Síntesis
  6. Evaluación

 

Para tus actividades lectoras, te recomendamos seguir las categorías del pensamiento que Benjamin S. Bloom consignó en 1956 en la Taxonomía de los objetivos educativos: el dominio cognitivo. Los seis niveles de pensamiento han sido ampliamente adaptados a múltiples contextos, y en esta sección podrás conocer cómo se pueden adecuar a las tareas lectoras.

La “Taxonomía de Bloom”, como mejor se le conoce, incluye seis niveles de complejidad cognitiva: los dos primeros, conocimiento y comprensión, se consideran habilidades cognitivas de nivel inferior debido a que requieren un menor grado de entendimiento. Se ha considerado que el tercer nivel, la aplicación, es un nivel intermedio; y los tres niveles restantes, análisis, síntesis y evaluación, requieren habilidades cognitivas de orden superior.

 

Los seis niveles de complejidad cognitiva de Benjamin S. Bloom
Los seis niveles de complejidad cognitiva de Benjamin S. Bloom.

 

Cuando combinas la información almacenada en tu memoria con la nueva información que estás adquiriendo en tus lecturas, y las interrelacionas, estás poniendo en juego tu pensamiento de orden superior. Veamos cómo es este proceso. Primero verás el tipo de categoría y posteriormente las habilidades que requieres para hacer una buena lectura, y las que puedes adquirir y desarrollar con tus lecturas.

 

 

La Taxonomía de Benjamin S. Bloom actualizada por Lorin Anderson y David R. Krathwohl

En los años 90, Lorin Anderson y David R. Krathwohl, revisaron la Taxonomía de su maestro Benjamin S. Bloom, y publicaron una actualización en 2001. El principal cambio consistió en quitar los antiguos sustantivos “Conocimiento, Comprensión, Aplicación, Análisis, Síntesis y Evaluación” de la propuesta original de Bloom a los verbos “Recordar, Comprender, Aplicar, Analizar, Evaluar, Crear”, para destacar sobre todo las acciones correspondientes a cada categoría. Otro cambio fue la secuencia en el orden de las categorías. Y, finalmente, añadieron la categoría “Crear”.

 

La taxonomía de Bloom (1956) y la actualización de Anderson y Krathwohl (2001).
La taxonomía de Bloom (1956) y la actualización de Anderson y Krathwohl (2001).

 

En tus actividades lectoras también puedes adaptar la nueva taxonomía de Anderson y Krathwohl:

 

 

En la siguiente gráfica podrás hacer lecturas cruzadas para saber cuál dimensión del conocimiento le corresponde a cada categoría:

 

La taxonomía de Bloom actualizada por Anderson y Krathwohl (2001) y las dimensiones del conocimiento.
La taxonomía de Bloom actualizada por Anderson y Krathwohl (2001) y las dimensiones del conocimiento.

 

La Taxonomía de Benjamin S. Bloom actualizada por Andrew Churches para la era digital

Andrew Churches actualizó la revisión que hicieron Anderson y Krathwohl en el año 2001 a la taxonomía de Bloom, ahora para acoplarla a la era digital, con herramientas de este universo que posibilitan el desarrollo de habilidades para Recordar, Comprender, Aplicar, Analizar, Evaluar y Crear.

 

La Taxonomía de Benjamin S. Bloom actualizada por Andrew Churches para la era digital.
La Taxonomía de Benjamin S. Bloom actualizada por Andrew Churches para la era digital.

 

La Taxonomía de los objetos educativos de Marzano y Kendall

Robert J. Marzano y John S. Kendall se basaron en la Taxonomía de Benjamin S. Bloom para reincorporar nuevas ideas sobre cómo el ser humano procesa la información en su Taxonomía de los objetivos educativos entre 2007 y 2008.

La taxonomía de Marzano y Kendall se conforma de dos dimensiones que interactúan entre sí: los dominios de conocimientos y los niveles de procesamiento.

 

La Taxonomía de los objetos educativos de Marzano y Kendall
La Taxonomía de los objetos educativos de Marzano y Kendall.

 

Tabla. La Taxonomía de los objetos educativos de Marzano y Kendall

Dominios de conocimiento

 

Tipo de aprendizaje que se puede adquirir.

 

Niveles de procesamiento

 

Indican el grado de profundidad necesario para adquirir un conocimiento.

1. Dominio de Información

  • Adquisición de datos puros, como fechas, eventos históricos, teorías, hechos, etc.
  • Memorizar datos, sin necesidad de un razonamiento.

1. Nivel cognitivo

  • Información recientemente adquirida en un plano consciente.
  • Los subniveles son:
    • recuperación,
    • comprensión,
    • análisis y
    • uso de conocimiento.

2. Dominio de procedimientos mentales

  • Conocimientos que implican pensar.
  • Resolver problemas
  • Aplicar un sistema de pensamiento lógico, como puede ser el método científico o el razonamiento filosófico.
  • Leer o aprender un nuevo idioma.

2. Nivel metacognitivo

  • Se aplican los conocimientos recientemente adquiridos para regular los propios procesos mentales.
  • Pensamiento basado en lo que se está aprendiendo.
  • Entender la manera de dirigir el proceso de aprendizaje.
  • Establecer metas y autorregularse para alcanzarlas.

 

3. Dominio de procedimientos psicomotores

  • Relacionados con usar el cuerpo, es decir, dominio y coordinación física.
  • Aprendizajes de tipo manual como escribir o tocar un instrumento.

 

3. Nivel interno o “self”

  • Un nuevo conocimiento afecta al sistema de creencias del individuo.
  • Reflexionar.
  • Cambio de los conocimientos previos, ya sea para acrecentarlos o para descartarlos.

 

 

Los dominios del conocimiento y los niveles interactúan entre sí, por ejemplo, cuando un determinado conocimiento como una información, un procedimiento mental o un procedimiento psicomotor sirve para cambiar de actitud, de perspectiva, se cambia el comportamiento o influye sobre las creencias hasta afectar el nivel interno del individuo.

Una lectura puede provocar ciertamente el cambio de mentalidad, de comportamiento de perspectivas de un fenómeno, pues de ella se pueden derivar un aprendizaje gradual, el incremento del conocimiento, la consciencia de lo que se sabe y lo que no. En suma, la lectura te puede llevar a la adquisición de información pura, pero también al pensar de forma razonada y a actuar de manera práctica.

 

Para saber más:

  • Bloom, B.S., Engelhart, M.D., Furst, E.J., Hill, W.H. y Krathwohl, D.R. (1956). Taxonomy of educational objectives. The classification of the educational goals. Handbook I: Cognitive domain. New York, EE.UU.: David McKay.

  • Marzano, R. J. y Kendall, J.S. (2007). The new taxonomy of educational objectives. California, EE.UU.: Corwin Press.

  • Marzano, R. J. y Kendall, J.S. (2008). Designing and assessing educational objectives: Applying the new taxonomy. California, EE.UU.: Corwin Press.
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